Menorca, ¿vas a renacer?

Menorca, paisaje natural. Una isla de la que muchos nos sentimos orgullosos por haber sabido preservar de las devastadoras fauces de la modernidad tecnológica y sobretodo asfáltica y constructora. Hasta ahí todos de acuerdo. Paisajes de ensueño, playas paradisíacas, pueblos con encanto, gastronomía inigualable.

Lo que no llevo muy bien y aunque me considero un inculto en la materia ya que la botánica, la gestión de recursos naturales y esas cosas no han sido nunca un fuerte en mi. La isla se está cayendo a pedazos. Siempre he escuchado por boca de mis padres y demás gente con algunos años más que yo decir que antiguamente lo más bonito que había en Menorca para los que llegaban en avión era el poder contemplar la pared seca en su máximo esplendor. Todas las paredes estaban en perfecto estado de revista siempre, los bosques eran transitables y no cúmulos de maleza incontrolada que a la mínima que algún pirado quiera nos quema la isla. También se de buena fuente que por protección ornitológica no se pueden limpiar según que sitios. A lo mejor los pájaros tendrían mejores sitios para volar entre los árboles si pudieran pasar y así no irían a las carreteras.

Uno de los problemas sociales que hay hoy en día es el desempleo. Pongamos a estas personas a trabajar, desbrozando maleza, limpiando caminos, reconstruyendo nuestras emblemáticas paredes y a cambio de eso, en vez de sobrevivir con una miseria, se pueden ganar la vida hasta que puedan encontrar un trabajo propio de sus cualidades y aspiraciones personales. Que los dueños de las fincas estén obligados a mantener en buenas condiciones toda esta infraestructura de generar dinero a base de excursiones, fotografías y sobretodo, la gestión de los recursos a su alcance. Cuenta la leyenda que en la isla se cultivaba todo. Hagamos lo mismo y así no hay que comprar forraje para los animales fuera de la isla o que alguna mente pensante pero de las buenas, no un político de los que tienen tantos asesores, le busque una utilidad sostenible a estos campos que tanta vida han dado y que ahora están de capa caída.