miércoles, 27 de abril de 2016

Vida nocturna

Decía Triana, que cada noche, mi vida es para ti. Que razón tenían, al fin y al cabo la siguen teniendo. Cada noche te entrego mi vida y mi cuerpo para que lo cuides y acaricies mientras mi mente divaga en sueños premonitorios, pensamientos acaecidos y ordena todo aquello que ha aprendido desde el ultimo ciclo nocturno.

Siempre te encuentro ahí, esperándome como cada día. Engalanada de majestuosas telas y acompañada de los más serviles ayudantes. Mientras miras como me desnudo cada noche vas abriéndote para mi. Me tumbo encima tuyo, nos acomodamos y respiro la fragancia que desprendes.
Me relajo, pongo la alarma y a dormir otra vez.

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