jueves, 5 de mayo de 2016

Fragancias

¿Sabrías decir a que huele la vida? Es complicado, pero podrías intentar reflexionar sobre el olor de tu vida. En mi caso, yo tengo muy claro que mi vida se define básicamente en tres olores diferentes. Seguro que piensas que son muy pocos, pero para mi, esos son los tres más importantes. Hay muchos de secundarios y de complementarios, pero estos tres son simplemente especiales.

El más especial es el olor a mar. Creo que cualquier persona que viva en esta isla pensará parecido a mi. El mar para una persona de Menorca lo es todo. Es paisaje, es tranquilidad, es fuente de alimento, de actividad económica, buenos momentos con la familia y amigos. También puede ser olor de destrucción si es un mal día y está cabreado. Esté donde esté me concentro, inspiro y huelo esa fragancia mediterránea de arena, sal, algas, pino, y en verano que no falte el after sun. Todos nos sentamos en la orilla, paseamos por los puertos, recorremos acantilados y ese olor a vida nos es común a todos.

El segundo y no menos especial, más que un olor es la fragancia más deliciosa con la que tantas veces me he despertado. Pan recién hecho por la mañana. Mucha gente por falta de tiempo, ganas y desconocimiento, va a las panaderías a comprarlo. Yo también lo he hecho, pero no me dirás que levantarte por la mañana con ese aroma que te asegura que empezarás bien el día, bajar a la cocina y encontrarte panecillos recién sacados del horno, calentitos, tiernos, mullidos. Ahí he de confesar un ritual; cuando me levanto y el pan está así, siempre desayuno de la misma manera. Bocadillo de atún con tomate. También hay que decir que el poder disfrutar de este placer es solo porque alguien se ha levantado bastante antes que yo y ha hecho todo ese trabajo de amasar y hornear.

El tercer olor no es un olor que pueda disfrutar con mucha frecuencia. El olor de la tierra después de la lluvia. Ese momento en que el aire está algo más cargado de lo habitual de ozono y cuando inspiras notas esa dosis extra de oxígeno que entra en tu cuerpo. Ese olor a campo que cuando entra decimos que es aire limpio, fresco, olor a naturaleza. También es comparable a ese, aunque no llueva el olor tan característico de los encinares de la isla, que con la humedad y el rocío de la mañana nos deleitan las fosas nasales y con suerte también a la cesta con setas.

¿ Sabes ya cuáles son los olores de tu vida? Coméntalos.

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