martes, 26 de abril de 2016

Pasos temblorosos

Y el día nace, después de las tinieblas. El sol se levanta como asustado, tembloroso aunque fuerte. Sabiendo que nada puede pararlo. Dentro de él, sin embargo, existe ese ruido atronador que lo frena, lo asusta, lo martiriza... Poco a poco, mientras comprueba que nada lo va a eclipsar se da cuenta de su poderío. Lanza rugidos de llamas y brilla en todo su esplendor. Llega la tarde. Se cansa y siente que va a morir. Toda la energía que ha usado para demostrarse que es fuerte lo ha agotado. Llega el ocaso. Morfeo se prepara para acunarlo y así no sentirse solo y desprotegido. La noche lo hace llorar, la soledad le atormenta. La luna por lo menos tiene a las estrellas para acompañarla. Y como cada día... las tinieblas vuelven a marcar el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario