Negros peces de agua salada
arremolinados junto al muelle
de aquí para allá vais transitando
indiferentes a vuestro alrededor
esperando encontrar donde comer.
Querubines vagantes del cielo acuoso
urdiendo caminos entre cabos y barcas,
incansables en vuestros quehaceres,
engalanados costaleros ante las olas saeteras
recordando a locales y a extranjeros
el tranquilo divagar de los puertos de mar.
Quietud endeble de las mansas aguas,
utopía de postales veraniegas
expuestas y enrocadas en los souvenir
rotulando lo bello del vivir
entre estos verdiazules paisajes
rodeados de la más pura naturaleza
mas no es tan simple como parece
encajar en este lugar y dejar simiente.
Aires nodrizos de los pensamientos
solícitos del cariño que la vida niega
invocando altas ramas y acantilados.
Cimbra que ensambla contrarios,
oscuras ideas para blancos ingenuos
mezcla irrisoria de paisaje con hipocresia
odisea para encajar en la sociedad.
Sátiro humor el de la belleza y del alma
obligando a destacar a unos para vivir
yuxtaponiendo a los otros con las miserias.
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