Siento en mi piel mil agujas,
refrescantes y excitantes,
evocadoras del pasado
donde la inocente felicidad
era en un charco salpicar.
Transparente cortina húmeda
que acercas el horizonte
y muestras con humildad
a apreciar el siguiente paso
sin ahogar, poquito a poco.
Lágrimas de cielo gris son
complemento de los amantes,
incitados por la melodía
a fusionar sus sintonías
en el teatro de sábana revuelta.
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