sábado, 27 de agosto de 2016

Zafiros

Sentada frente a la mesa,
ahí me has sorprendido
abriendo los ojos cuando,
furtivo, yo observaba tu belleza.
Me has obsequiado con ellos,
los dos zafiros. Bellos, elegantes.

Cuando sonríes el tiempo se para.
Cuando acarícias tu pelo, me pierdo.
Cuando me miras, me vuelvo loco.

Desconozco de que cielo caiste
y también el nombre que te hace girar.
Grandilocuente tu paso por mi memoria,
lugar del que nunca saldrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario