Circulares señales de humo
brotan de tus labios carmesí
al exhalar la nube gris
del aire filtrado de un cigarro
Ardiente mirada que se esconde
bajo fina capa de maquillaje.
Observas, analizas y buscas
la presa que cazar esta noche.
El afortunado elegido, o no,
podrá conocer la verdadera
esencia de mujer sexual.
Una experiencia única.
Reparas en mi tímida soledad
y ya sabes que seré tu víctima
al guiñarme el ojo y yo sonrojarme.
Empiezas la partida y quieres ganar.
Una copa sacas con esa sonrisa,
vas a retocarte y ahí empieza mi juego.
Conversamos, te ríes, hago ver que me seduces
y te llevo a casa.
El murmullo del coche reacciona
con el polvo disuelto en la copa.
Esta vez no puedes ganar,
llevo mejores cartas que tú.
Despiertas sin saber donde estás,
atada y dolorida, confundida.
Ya no soy tímido, soy el cazador
que tiene su presa, listo para matar.
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